10 mar 2008

LAS FLORES DE MARÍA



LAS FLORES DE MARÍA
Ocurrió en Bra, provincia de Cuneo, en la diócesis de Turín (Italia), el 29 de diciembre de 1336. Aquel día, en la tarde, Egidia Mathis, una joven esposa próxima a dar a luz, pasó por las afueras del pueblo junto a una imagen de la Virgen que estaba sobre un pilar y, en ese momento, dos soldados se acercaron a ella con intención de violarla. Ella se agarró desesperada a la imagen de la Virgen, pintada sobre el pilar, pidiendo ayuda; y, de repente, de la imagen salió un relámpago de luz que asustó a los soldados, que huyeron. Allí mismo se le apareció la misma Virgen María, que la consoló durante unos minutos, asegurándole que había pasado el peligro. Desaparecida la Virgen, al momento, dio a luz junto al pilar, sin ayuda de nadie. Después, fue a pedir ayuda a la casa más cercana. Ella contó lo sucedido y mucha gente se acercó al lugar de la aparición; y todos vieron algo extraordinario, el pilarcito estaba rodeado de numerosas florecitas blancas, a pesar de estar en pleno invierno. En torno a aquel lugar milagroso se desarrolló una devoción que llevó a la construcción de un santuario.
Pues bien, el hecho sobrenatural, que todavía sorprende a los sabios, es que aquella misteriosa aparición de flores blancas en pleno invierno, se sigue sucediendo desde entonces hasta la fecha sin explicación natural alguna. Se repite desde hace más de 670 años y constituye un enigma científico. La planta que florece es la que comúnmente se llama endrina, que suele florecer normalmente a partir de marzo o abril en Europa y, sin embargo, florece en diciembre.
Científicos italianos han estudiado este caso y no han podio encontrar ninguna causa razonable ni en el terreno ni en corrientes subterráneas o en energías electromagnéticas.
Solamente en el invierno entre 1877 y 1878 no se verificó la floración en diciembre. Apareció el 20 de febrero. Precisamente el día en que fue elegido Papa León XIII. ¿Coincidencia?
La floración, de ordinario, solamente dura unos diez días, pero en el invierno de 1898 y 1899 se prolongó por más de tres meses, coincidiendo con la exposición pública de la sábana santa de Turín, durante la cual fue fotografiada por primera vez por el fotógrafo Segundo Pía y mostrando al mundo el verdadero rostro de Jesús. El año 1973, la floración se adelantó mucho y permaneció hasta la primavera siguiente.
Precisamente, ese año, el 23 de noviembre, fue la primera vez que la sábana santa era presentada al mundo por televisión. Otros fenómenos extraordinarios se manifestaron durante la exposición de la sábana santa en 1978, cuando millones de peregrinos pudieron verla, entre ellos el cardenal Wojtila, que ese mismo año fue nombrado Papa con el nombre de Juan Pablo II.
¿Qué nos querrá decir nuestra madre con esas flores, que florecen fuera de tiempo y sin causa natural alguna? ¿Será, al igual que las rosas que hizo florecer en Guadalupe (México) en pleno diciembre de 1531, una señal más de su amor y protección sobre sus hijos? ¿No nos estará queriendo decir como a Juan Diego: No tengas miedo, no estoy yo aquí que soy tu madre?
Este post esta sacado del libro MARIA MADRE NUESTRA (del P.Angel peña O.A.R)

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